Siempre me ha llamado la atención cómo un objeto
puede pasar en cuestión de un programa de radio,
dos períodicos y tres telediarios a ser todo un
símbolo, en muchas ocasiones a nivel mundial.
Uno de mis preferidos es el zapato, o más bien
el levantamiento con el posterior lanzamiento de
zapato, todo un símbolo contra el imperio Bush,
desde que se lo arrojaron en aquella rueda de
prensa. Y recordaré gratamente como una sonrisa
brotó de mi cara, cuando en la manifestación
'Madrid con Palestina' eran muchos y muchas
los que llevaban un zapato en la mano como símbolo.
El que voy a comentar hoy, me ha parecido
muy grande: Lanzamiento de una réplica de la
catedral de Milán a Berlusconi, que no sé si por
la edad o por las operaciones de estética ha estado
menos ágil que Bush, y eso de esquivar no se le ha
dado demasiado bien, así que ha conllevado su
interesante parte de lesiones (dos dientes rotos,
una fractura nasal y dos profundas heridas en el
labio y en la encía). Y es que, aunque parezca
mentira con la iglesia (y con un loquito) hemos topado.
Claro, que si lo que ha alegado a la policía es, literalmente,
que 'ODIA A BERLUSCONI', pues haciendo uso de esas habilidades tan estupendas que me han enseñado
en la Escuela de Trabajo Social, mi empatía
me lleva a comprenderle.
Y aunque no soy de violencia explícita, aquí dejo esta cuestión:
¿A quién (o quiénes) le arrojarías vosotros y vosotras una
réplica de la catedral de Milán?
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